Cuando hablamos de cirugías maxilofaciales nos encontramos con tres tipos principales:
Cirugía Oral:
Especialidad encargada de procesos como la colocación de implantes dentales, extracción de dientes, apicectomías, frenectomías y muchos otros tratamientos.
Cirugía Ortognática:
Corrección de las asimetrías faciales, las maloclusiones y la apnea obstructiva del sueño.
Cirugía Maxilofacial:
Comprende desde la extracción de las muelas del juicio hasta cualquier patología relacionada con las glándulas salivales.
La mayoría de las clínicas de cirugía maxilofacial cuentan con todo tipo de tratamiento y tratan cualquier patología relacionada con esta especialidad y mucho más. Es importante destacar la necesidad de obtener toda la información posible antes de comprometernos con cualquier centro.
¿CUÁLES SON LAS FASES DE LA CIRUGÍA MAXILOFACIAL?
En general, las clínicas de cirugía maxilofacial dividen en cuatro fases sus procedimientos:
Estudio y planificación.
Primeramente, es necesario obtener un diagnóstico preciso para planificar detalladamente todo el proceso. Este paso lo realizan conjuntamente el cirujano especializado con su equipo. En esta fase se realiza un análisis facial, análisis de modelos, radiografías, estudio de tejidos blandos y estudio tridimensional. De esta manera, se valora correctamente la cualquier afectación que pueda tener el paciente.
Ortodoncia (dependiendo de la patología).
Se aplicará una ortodoncia antes de la operación (en los casos que sea necesario y de acuerdo a la patología a tratar), y en cuyo caso puede durar entre 12 y 18 meses aproximadamente y es fundamental e inevitable.
Intervención quirúrgica.
El cirujano explicará el procedimiento y el paciente podrá realizar todas las preguntas que desee para sentirse seguro y a gusto.
Postoperatorio.
El postoperatorio en casos de cirugías maxilofaciales conlleva una inflamación de la zona que puede permanecer entre 6 semanas y 6 meses, varía en función de la capacidad de recuperación de cada persona. Es recomendable aplicar compresas de hielo, dormir con la cabeza elevada, aumentar la actividad física para ayudar y agilizar el proceso de curación. No obstante, el médico especialista establecerá todos los consejos y pautas para tener la mejor recuperación posible.