Te compraste un coche nuevo. ¡Enhorabuena! O quizá tienes uno que es muy preciado para ti, con un par de años encima. En cualquiera de los dos casos, quieres protegerlo si llega a pasar algo en la vía. Para ello, hay que decidir adquirir un seguro con o sin franquicia. ¿Cuáles son las diferencias?
¿Qué significa un seguro de coche a todo riesgo con franquicia?
El seguro de coche con franquicia se refiere a toda aquella póliza en donde el propietario del vehículo debe asumir un importe en caso de que tenga un accidente o un percance que genere una imperfección al vehículo.
Franquicia por panel
Las puertas o paneles de un coche se encuentran muy expuestas a golpes, especialmente cuando se deja aparcado en la vía pública. Con la franquicia por panel, el propietario sólo asume una fracción de la reparación, dependiendo de la cuantía del daño.
Franquicia por lateral
Si has tenido un coche, te habrás dado cuenta que este es uno de los elementos que más tiende a deteriorarse, ya que suele sufrir rayones cuando se está aparcando. Generalmente, arreglar estos desperfectos no suele tener un coste demasiado alto.
Franquicia por siniestro
En esta modalidad, se debe asumir una parte por el daño ocasionado a todo el vehículo en una colisión. Esta es la mejor opción a elegir.
¿Qué significa un seguro de coche a todo riesgo sin franquicia?
En términos muy resumidos, un seguro de coche a todo riesgo sin franquicia significa cero preocupaciones. ¿Por qué lo decimos así? Porque la aseguradora será quien se responsabilice por todos los daños que sufra el vehículo.
Al no tener franquicia, la compañía aseguradora debe asumir los costes de las reparaciones del coche, que pueden ser ocasionadas por el propietario o por un tercero. Como es de esperar, tiene un coste mucho más elevado.
¿Qué cubre un seguro a todo riesgo sin franquicia?
Contar con este seguro es tener el respaldo de que la póliza puede cubrir el 100% del valor de vehículo, en caso de un accidente de gravedad , o una cifra muy cercana a él, del orden del 90%.
También puede cubrir reparaciones como abolladuras, rayones, golpes leves o hasta la pintura, todo ello sin que exista un coste determinado.
¿Qué tener en cuenta al elegir un seguro de coche con o sin franquicia?
Antes de tomar cualquier decisión, es primordial tener muy claro qué tipo de conductor eres y qué uso le das al coche. ¿Vas a conducir regularmente en ciudad, con alto flujo de vehículos? ¿Tu coche es el último modelo? ¿Sientes que no puedes parar de pisar el acelerador para escuchar rugir el motor? ¡Ten mucho cuidado con esta última!
Determinar qué tipo de uso se le da al coche da una idea de qué tan expuesto se está a los riesgos. Además, se debe tener en cuenta la antigüedad del vehículo, ya que de ello dependerá, en buena medida, si los gastos a asumir serán altos o bajos.
Antigüedad
El factor más crucial a la hora de decidirse por un tipo de seguro u otro siempre será la antigüedad del vehículo. Cuanto más nuevo sea, más precauciones se deben tomar.
Si no supera los dos años
Poseer un coche reciente es todo un orgullo. Por ello, hay que cuidarlo con celo. Un seguro sin franquicia es el ideal cuando se tiene un vehículo con pocos meses o años en el asfalto.
Dado que un coche nuevo tiene un coste más alto, en la misma medida lo tienen sus arreglos. Una reparación mal elaborada disminuirá su valor, por lo que lo mejor es contar con un seguro sin franquicia, que se encargue de brindar el mejor servicio.
Entre los dos y cuatro años
Es bien sabido que los coches se van devaluando con el paso del tiempo. A los dos años aún puede tener vigor el seguro sin franquicia, para aquellos que quieran tener su máquina en perfectas condiciones. Pero, a los cuatro años, ya puede ser más interesante un seguro con franquicia.
Entre los cuatro y seis años
Un coche de más de seis años puede prescindir de un seguro sin franquicia. Aquí, lo mejor es hacerse cargo uno mismo de los pequeños rayones o abolladuras ligeras que tenga la estructura y contratar uno con franquicia por siniestralidad.
Siniestralidad
Otro gran aspecto a tener en cuenta para elegir un seguro es la siniestralidad. Cuanto más se circule por áreas urbanas, mayor será la posibilidad de tener un percance.
Por ejemplo, si el coche se usa sólo para los fines de semana, la accidentalidad no será tan alta como si se conduce todos los días para ir al trabajo, en una ciudad congestionada. Para esta última opción, un seguro sin franquicia sería lo adecuado.
Según el importe que quieras asumir
Ya observaste que existen recomendaciones de cuáles son los tipos de seguro más indicados para contratar según el modelo, uso y kilómetros del vehículo. Pero el propietario puede decidir, con base a su estilo de conducción, y según el uso que le dará al coche, cuál es el que le conviene.
La única limitación será el coste y lo que esté dispuesto a desembolsar para tener un seguro a la medida de sus necesidades.
Para finalizar, podemos decir que el seguro sin franquicia es un seguro que cubre todos los daños, en tanto que uno con franquicia, es aquel donde el propietario debe asumir un porcentaje de las reparaciones. Ambos pueden ser buenos, dependiendo de las necesidades puntuales del conductor, la antigüedad del coche y el uso.
No podemos dejarte ir sin mencionar que ya hemos investigado cuáles son los mejores seguros de estas dos modalidades. Mira nuestro comparador, para que adquieras el que más se ajuste a tus proyecciones. ¡Conducirás más tranquilo, con el respaldo de que podrás resolver todo si ocurre una adversidad!