¿Qué es un extintor y cuáles son sus características?
Un extintor es un mecanismo portátil de emergencia que se usa para extinguir fuegos de diferente índole, pero de poca magnitud. Funciona gracias a la presión de su contenido y ataca el fuego por evaporación, sofocación o sustracción.
Se les considera como tal en un rango que va desde un kilogramo hasta los 20 kilogramos de peso. Aunque existen algunos que superan los 50 kilogramos, deben ser transportados con ruedas y su uso está ligado al campo industrial.
¿Cuáles son las partes de un extintor?
Si bien puede parecer bastante simple, un extintor tiene diferentes componentes que actúan en conjunto para lograr su cometido. No es sólo un cilindro con una manguera: en su complejidad, lleva elementos de seguridad y hasta de medición.
Cilindro
Es la parte más sobresaliente del extintor, ya que conforma más de la mitad de su cuerpo. Es aquí donde reside el agente extintor. Debe estar libre de golpes o fisuras que puedan comprometer el correcto almacenaje del agente químico o líquido para sofocar el incendio.
Agente Extintor
No siempre el contenido es el mismo. Cada situación es diferente, y requiere de productos o elementos especializados para lograr apagar el incendio satisfactoriamente.
Agua
El elemento más clásico para apagar el fuego, el agua, no podía quedarse fuera. Lamentablemente, su poder para sofocar las llamas es reducido, siendo útil solamente para los sólidos combustibles. Esto es, papel, cartón o madera.
Agua pulverizada
Es el agente extintor más antiguo industrialmente y apaga los fuegos por método de enfriamiento, absorbiendo el calor que se halla alrededor. Debido a la pulverización, su evaporación es mucho más rápida, creando una nube que sofoca el fuego. Se utiliza principalmente para apagar incendios de tipo A.
Espuma
La espuma es el agente extintor ideal para sofocar fuegos causados por líquidos inflamables, como aceites y derivados del petróleo, es decir, los clasificados como tipo B. Suelen hallarse en lugares como zonas industriales, cocinas, talleres automotrices y similares.
Polvo
Son conocidos como agentes extintores de tipo ABC o de polvo seco. Son muy eficaces para sofocar fuegos producidos por sólidos inflamables, líquidos combustibles o por gases inflamables. Se puede decir que son los más versátiles y con mayor capacidad de adaptación a cualquier situación.
CO2
Se componen de dióxido de carbono, que tiene una reputación comprobada en la sofocación de fuegos donde exista presencia de dispositivos electrónicos y eléctricos, sin generar una combustión peor. Es muy común verlos en industrias, zonas de aparcamiento y, especialmente, en las zonas de distribución eléctrica de empresas.
Su magia reside en el hecho de capturar el oxígeno de la atmósfera, por lo que reducen el riesgo de conducción eléctrica y la propagación del incendio.
Acetato potásico
El acetato potásico es especialmente eficiente para sofocar fuegos producto de aceites vegetales, denominados tipo K, que tiene propiedades diferentes a los aceites derivados de fósiles como el petróleo. Este tipo de agente extintor se encuentra fundamentalmente en los extintores ubicados en cocinas industriales o restaurantes.
Especial para metales
Algunos metales como el potasio, el magnesio o el titanio son propensos a ser inflamables. Los agentes extintores para apagarlos se componen de cloruro de sodio con polvo seco.
Nitrógeno
Este gas se encuentra dentro del cilindro y es importante para darle presión al mismo. Es el elemento que garantiza que el agente extintor pueda salir con la suficiente fuerza para atacar las llamas.
Válvula
Gracias a este elemento, es posible esparcir el agente extintor. Se trata de una manija que se acciona apretándose para dejar escapar el contenido del cilindro.
Anilla
Se trata de un mecanismo de seguridad, que bloquea la expulsión del agente extintor si se acciona por accidente la válvula.
Aunque es bastante evidente, este elemento debe ser retirado antes de oprimir el accionamiento que dispara el líquido, polvo químico o agente que contiene el cilindro.
Además de su función de seguridad, este pequeño elemento garantiza que el extintor no se ha usado anteriormente y que debe su contenido debería estar intacto.
Manómetro
Este elemento es necesario para conocer la medida de presión del agente extintor. Generalmente, se compone de una aguja que marca los niveles óptimos de presión.
La aguja se encuentra en un dispositivo similar a un reloj, donde existen unos indicadores de medida óptima, casi siempre en color verde, y una franja roja, que señala cuando hay pérdida de presión o cuándo debe ser recargado el contenido.
Manguera
La manguera es la parte larga y flexible que lleva a la boquilla. Gracias a estas características, es posible manipular el artefacto extintor para cubrir las zonas que presenten llamas.
Boquilla
Es una de las partes fundamentales del extintor, ya que es la parte que se debe manipular en dirección a la base del fuego para sofocarlo.
Siempre debe verificarse que esté en perfecto estado, sin obstrucciones a la vista y sin abolladuras o desperfectos que impidan la salida uniforme del agente extintor.
En síntesis, un extintor consta de diferentes elementos que garantizan la seguridad en el uso y calidad del contenido. Aunque el cilindro es lo más visible, los demás componentes, como lo son la boquilla, el manómetro, y la válvula de accionamiento, también deben estar en óptimas condiciones.
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