Prepararse para la jubilación planificando bien el ahorro, son los pilares para tener una vida tranquila en la vejez. Es por esto que muchos empleados se inscriben a un plan de pensiones de empleo. Pero, ¿de qué se trata exactamente?
Planes de pensiones individuales, planes de pensiones de empleo, pensión pública… ¿Por qué hay tantos tipos de planes de pensiones? ¿Cuál es mejor? Vamos a ir despacio y te lo explicaremos todo.
No es que exista una pensión mejor que la otra. Son formas de lograr una jubilación o complementarla, que se adecúan a cada situación particular.
Por ejemplo, los planes de pensiones individuales funcionan como un ahorro privado. Y las pensiones públicas, son las que paga la Seguridad Social, por los aportes, a lo largo de los años.
Para el caso que tenemos aquí, las pensiones de empleo, se tratan de mecanismos de ahorro, fomentados por empresas o entidades que tienen una planta de trabajadores.
Este producto tiene como fin complementar la pensión pública, o la privada, ya que esta se puede ver reducida al momento de rescatarla.
¿Cómo funcionan los planes de pensiones de empleo?
Estos planes tienen su génesis en la necesidad de cubrir, de forma adecuada, la pensión de los trabajadores. Pero son las empresas quienes deben promover y gestionar este mecanismo.
Su funcionamiento se basa en la antigüedad de empleados de la empresa y los aportes que estos puedan realizar, para complementar una pensión privada o pública.
Teniendo en cuenta lo anterior, cualquier empleado, con más de dos años de permanencia en una empresa, puede solicitar su inscripción a la pensión de empleo.
Este realizará los aportes bajo la modalidad de aportes definidos o prestaciones definidas y recibirá, cuando su edad lo permita, una renta que puede complementar la pensión pública.
Es de tener en cuenta que no todas las empresas ofrecen este plan, ya que es algo que deben gestionar directamente con las compañías aseguradoras.
¿Quién puede hacer un plan de pensiones de empleo?
Estos mecanismos de ahorro pueden ser fomentados por empresas o entidades. Incluso, pueden ser incentivados por sindicatos, asociaciones o gremios.
El objetivo es que sus empleados se vinculen, para ofrecerles la mayor estabilidad laboral posible y unas garantías para su futuro.
¿Cuánto se puede aportar a un plan de pensiones de empleo?
Con los cambios en la legislación emitidos en el 2021, el máximo de aportes a los planes de pensiones quedó estipulado en 2.000 euros. Pero esta cifra aplica, fundamentalmente, a los planes individuales.
Para los planes de naturaleza colectiva, como lo son los planes de pensión de empleo, esta cifra puede subir hasta los 8.000 euros.
Esto quiere decir que cada ciudadano español puede contribuir, en total, unos 10.000 euros por concepto de primas a sus planes de pensiones. Es decir, el individual y el de empleo.
¿Quién hace las aportaciones a un plan de pensiones de empleo?
Como los planes de pensión de empleo son promovidos, principalmente, por las empresas o instituciones, son estos quienes ostentan el compromiso de realizar los pagos y aportes.
Pero existen diversas modalidades de este tipo de planes que también permiten que sean los mismos empleados quienes realicen los abonos a su respectivo plan.
Modalidades de plan de pensiones de empleo
Para las pensiones de empleo, encontramos tres grandes modalidades: las de aportes definidos, las de prestaciones definidas y los mixtos, que son una combinación de los dos primeros.
En los de aportes definidos, como su nombre lo indica, se realiza un acuerdo fijo donde se conoce cuál es el aporte a realizar, por parte del empleador, durante el año.
Para los de prestación definida, lo que se define es el monto de beneficios que recibirán los empleados, es decir, los beneficiarios. Muchas veces se determina en función del número de años que tenga el trabajador en su puesto.
Como era de esperarse, los mixtos reúnen ambas condiciones: se expresa desde un comienzo cuáles son los aportes a realizar y los beneficios a obtener.
Los principios del plan de empleo
Como todo sistema de ahorro, este promueve unos principios mínimos, para que la mayoría de personas puedan verse beneficiados.
Por ejemplo, para los planes de pensión no existe la discriminación. Por lo tanto, cualquier empleado, que cumpla los requisitos de permanencia en su puesto de trabajo, puede ser vinculado.
También se ha estipulado que los aportes no pueden ser devueltos al empleador. Una vez se realizan, le pertenecen al empleado, como un beneficio más.
De hecho, si el empleado cesa sus actividades en la empresa, puede transferir sus beneficios a la nueva empresa con la que se vincule. Si esta no posee un sistema de pensión de empleo, sus aportes quedarán congelados, hasta que pueda reclamarlos.
Y como ocurre con los seguros, hay excepciones donde se puede recuperar el dinero, por fuera del concepto de la jubilación. Esto ocurre cuando el empleado sufre un accidente o tiene una incapacidad grave y necesita de los aportes para suplir sus necesidades.
Como podéis observar, son muchos los beneficios de contar con un plan de pensiones de empleo. Puede ser un soporte más, o un ingreso extra, cuando llega la edad de jubilación.
Te invitamos a que nos consultes tus dudas sobre los tipos de pensiones. Podemos ayudarte a decidir el que mejor te convenga, según tu situación actual y aspiraciones a futuro.