Por extraño que parezca, puede ocurrir que los acreedores renuncien a cobrar una deuda. A esto se le conoce como condonación. Dado que es un tema del que se desconoce mucho, hablaremos sobre qué es condonar una deuda y en qué situaciones se presenta.
¿Qué es condonar una deuda y cuáles son sus límites?
Puede que ocurra por múltiples razones, como que el acreedor lo decida o que la representación jurídica sea tan sólida, que lo convenza. Pero las condonaciones se dan más de lo que crees.
La condonación se ha descrito como un acto jurídico, donde el demandante – es decir, quien exige el dinero – perdona parte o toda la deuda.
¿Es real? Sí, es muy verídico, y pasa continuamente, cuando el proceso se ha vuelto muy desgastante o si el acreedor considera que va a perder más dinero (¡y tiempo!) si continúa con el proceso.
Incluso puede ocurrir el caso de que algunas deudas con el gobierno sean perdonadas. Pero esto requiere que existan condiciones muy específicas estipuladas por la ley.
Tipos de condonación de deuda
No todas las condonaciones se presentan por igual. Todas están sujetas a factores como la cantidad, el tipo de acreedor, y si se da después de un fallecimiento.
Ámbito en el que se produce la condonación
Pueden existir ámbitos de carácter público y de carácter privado. En el privado, que se da entre empresas o entre personas físicas, los acuerdos pueden ser más tratables.
Para el caso de las públicas, sólo se da bajo circunstancias de la ley, como que el deudor tenga una insolvencia insostenible o un impago por default.
Es importante saber que una deuda caducada no es una deuda condonada. Por ello, muchas deudas que caducan con entidades gubernamentales siguen generando inconvenientes a los deudores, por su historial.
Voluntad
Aquí nuevamente encontramos dos escenarios posibles: que se dé por iniciativa propia del acreedor, o que este sea forzado a realizar la condonación.
Para el primer caso, puede darse que el demandante renuncie de forma voluntaria al cobro de la deuda. Y por sorprendente que esto parezca, la situación se puede dar porque el proceso de recuperación y litigio sea más costoso que el monto de dinero adeudado.
La condonación forzosa se presenta generalmente en temas de procesos judiciales, donde se determina que el deudor no tiene más bienes o propiedades para pagar, y se debe perdonar su deuda forzosamente si su situación no mejora.
Cuantía u objeto
Las condonaciones no siempre son por todo el monto de dinero adeudado. En algunos casos, estas se aplican sólo a los intereses o a una fracción de la deuda.
Por lo anterior, la condonación puede ser parcial, cuando la cuantía perdonada es de una parte, o total, cuando se elimina por completo la deuda.
Momento de la vida en que se realiza
¿Te has puesto a pensar qué ocurre con las deudas, si el acreedor fallece? Lo más normal sería creer que la deuda desaparece, pero no es así: éstas pueden ser heredadas.
Mientras las condonaciones inter vivos son aquellas que se dan entre el deudor y acreedor con vida, las mortis causas son aquellas que son perdonadas por el fallecimiento del acreedor.
Pero, como habíamos mencionado, los compromisos financieros son heredables. En este caso, son los sucesores quienes determinan si desean desestimar el cobro de la deuda.
También puede ocurrir que el fallecido tenga un seguro de vida con modalidad de ahorro. En este caso, este seguro cubriría las deudas que pueda tener vigentes al momento de su deceso. Esto no es precisamente una condonación, sino una cancelación de deuda, pero manejan algunas similitudes.
Forma
Aquí encontramos dos vertientes. Las condonaciones de forma expresa y las condonaciones de forma tácita.
Para las primeras, son las que se estipulan bajo un documento legal, en donde queda declarada la renuncia al cobro de parte o toda la deuda.
El segundo caso es un poco más simbólico, que está estipulado en el Código Civil, y se trata de que el acreedor entregue los bienes que fueron dados en garantía de un pago o que entregue el documento justificativo de la deuda (o lo destruya).
¿Qué deudas se pueden condonar?
Se pueden condonar tanto deudas privadas como públicas, con la salvedad de que estas últimas requieren más cantidad de requisitos. Entre ellas, quizá la más importante sea la de declaración de impago o default por parte del deudor.
¿Cómo se realiza una condonación de deuda?
La condonación debe realizarse mediante un notario, el cual emite un certificado donde se estipula que el acreedor renuncia a su derecho de cobro.
En el caso de la condonación tácita, se puede dar simplemente entre terceros, donde se devuelven las pertenencias que fueron dadas en garantía de pago o se destruye el acuerdo que expone los montos a pagar.
¿Cuándo se hace efectiva la condonación de deuda?
Las condonaciones deben formalizarse para que se hagan efectivas. Por ello, sólo se estiman como tal las que han pasado por el visto bueno del notario, con su respectiva certificación.
Para el caso de las condonaciones tácitas, si bien pueden darse como efectivas desde el momento en el que el acreedor renuncia a sus derechos, anulando el contrato, o devolviendo los objetos de garantía, lo mejor es que esto se haga también por un proceso notarial, para evitar malentendidos.
Efectos de la condonación de deuda
La condonación de la deuda implica que se extinga el compromiso dinerario que se tenía con el acreedor.
Pero se debe tener cuidado, porque la condonación parcial no exime al pago de la deuda por completo. Por ejemplo, si el acreedor renuncia sólo a los intereses, esto no libra al deudor de pagar la deuda como tal, ya que se eximió su responsabilidad de los intereses moratorios o remuneratorios.
Aunque existen ciertas limitaciones a las condonaciones que pueden hacer que se revoque. Por ejemplo, cuando esta afecta a terceros o su importe es de una cuantía superior a la de una herencia.
En resumen, las condonaciones, que pueden ser voluntarias, tácitas o expresas, son una forma de acabar con procesos de una manera más rápida, si el proceso está siendo desgastante para el acreedor. Aunque hay muchos factores en juego, el deudor puede sacar provecho de esto, cuando no tiene recursos y pretende negociar.
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