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Ventajas de ser pensionista por incapacidad permanente total

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Ser pensionista por incapacidad permanente total tiene muchos inconvenientes, pero también algunas ventajas: aquí las enumeramos y analizamos para ti.

Un accidente o una enfermedad pueden tocarte a la puerta en el momento menos esperado, y se vuelven un lío porque ya no puedes trabajar en tu oficio; por eso necesitas de un as bajo la manga para cubrir tus necesidades básicas: esas son las ventajas de ser pensionista por incapacidad permanente total. 

¿Qué es la incapacidad permanente total?

Pero primero, ¿sabes qué es la incapacidad permanente total? Según la Seguridad Social es la situación en la que estás inhabilitado para desarrollar las actividades propias de tu profesión, pero en la que aún cuentas con la capacidad para realizar otro oficio. 

¿Se puede trabajar con una incapacidad permanente total?

Con la incapacidad permanente total no puedes trabajar en el campo en el que venías haciéndolo. Sin embargo, si tus limitaciones físicas o psíquicas te permiten desarrollarte en un puesto diferente al que ocupabas, sí puedes hacerlo. 

¿Cuánto tiempo dura la incapacidad?

La incapacidad total es vitalicia, pero hay casos en que deciden hacerte una revisión periódica (como también pueden hacerlo las aseguradoras, si contrataste un seguro), generalmente cada dos años, para verificar si tu grado de discapacidad se mantiene, aumenta o se extingue. 

Beneficios de ser pensionista por incapacidad permanente total

Tener una incapacidad total no es el escenario ideal, pero mírale el lado bueno, pues al ser ese tipo de pensionista tienes unas ventajas con las que no cuentan otros.

Ventajas económicas

Siendo pensionista con incapacidad permanente total recibes una prestación económica. Eso sí, la cantidad  variará según tu edad y el hecho causante (si es por enfermedad común, accidente laboral o no laboral). 

Ventajas laborales

Como ya no puedes trabajar en tu oficio, pero sí en otro, tienes la oportunidad de desarrollarte en ese campo que siempre te gustó y no ejercías. Incluso puedes acceder al subsidio por desempleo, pues esa ayuda es compatible. 

Ventajas en estudios

¿Soñabas con estudiar algo nuevo? ¡Esta es tu oportunidad! Puedes acceder a becas o a descuentos. Búscalos en los centros educativos públicos o privados, podría haber alguna opción que te interese. 

Ventajas en la vivienda

Si tienes una vivienda y necesitas adaptarla a tus limitaciones físicas, como la movilidad reducida, puedes buscar ayudas para que cubran parte de los gastos de renovación. 

Pero, si aún no tienes una, también hay diferentes programas para comprar viviendas de protección oficial en los que te apoyan en el pago de la entrada y los intereses del préstamo o hipoteca. 

Ventajas en transporte público y privado

Si tienes movilidad reducida podrás solicitar ayudas económicas para adaptar tu coche o comprar uno con descuento del 4% en el que puedas desplazarte. Incluso tienes la posibilidad de acceder a una plaza reservada para aparcar cerca a tu vivienda. Si prefieres usar el transporte público, hay abonos a precios reducidos para las personas con discapacidad.

Ventajas sociales

Espacios artísticos, culturales y de ocio tienen descuentos o entradas gratuitas para personas con discapacidad, así que aprovecha para disfrutar de la oferta con la que cuenta tu ciudad. 

Ventajas farmacéuticas

Los medicamentos con recetas y equipamiento médico tienen precio reducido para ti y los descuentos varían según tu situación económica y personal.

Incapacidad permanente total y jubilación

Incapacidad permanente total y jubilación

Esta incapacidad sólo puede ser reclamada si cumpliste con tu edad de jubilación, pero si la incapacidad es igual o superior al 45% y compromete tu esperanza de vida puedes solicitar la jubilación anticipada a los cinco años. 

Si llegas a tu edad de jubilación y tienes una incapacidad total, puedes elegir  la primera o la segunda, ya que ambas no son compatibles. 

¿Cómo afecta a los autónomos la incapacidad permanente total?

Los autónomos tienen derecho a esta incapacidad, con una pensión del 55% de la base reguladora, que es posible aumentar al 20% si eres mayor de 55 años, no realizas otro tipo de actividad y no tienes explotación agraria o pesquera. 

¿Quién puede pedir la incapacidad permanente total?

Los beneficiados por la incapacidad permanente total son los que no pueden acceder a su pensión de jubilación, que están afiliados o en alta a la Seguridad Social y, si el hecho causante es enfermedad común, que hayan cotizado anteriormente. 

Cómo solicitarla

Debes solicitarla en la Seguridad Social, ya sea presencialmente en alguna de sus delegaciones provinciales, entregando la documentación que acredite tu condición, o de manera telemática en su portal web, usando el certificado digital.

Tipos de incapacidad permanente

Además de la incapacidad permanente total, que reconoce el 55% de la base reguladora (al igual que la total cualificada) existe la parcial, que la usa para el cálculo del subsidio de la incapacidad temporal. Además, están la absoluta y la gran invalidez, que responden por el 100%. 

Por lo tanto,  la incapacidad permanente total es aquella en la que no puedes realizar las actividades de tu profesión pero sí las de otra; además obtienes ventajas económicas, laborales, de estudios, de vivienda, sociales, de transporte y farmacéuticas. 

Ten en cuenta que sólo puedes reclamarla si no has cumplido tu edad de jubilación y cuando llegues a esta tienes la posibilidad de renunciar a la primera para optar por la segunda. Además, esta aplica también para los autónomos y se solicita en la Seguridad Social. Si necesitas ayuda, escríbenos, somos la mejor fuente del consumidor. 

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