Ser aval supone una gran responsabilidad entre las que está, como no, pagar la deuda de la persona avalada en caso de que esta no pague. El riesgo dependerá del tipo de aval que se sea, pero por el alto compromiso que implica es posible que existan personas que se arrepientan de ser aval. Pero ¿es posible retirar el aval hipotecario?
¿Cómo funciona un aval?
Un aval funciona como una garantía de la obligación adquirida mediante un contrato. Es usual que las entidades financieras soliciten que los futuros deudores tengan un aval, para tener una doble garantía de pago.
Lo que traduce en que, si la persona que ha sacado la deuda no puede pagar al banco, podrán cobrarle la totalidad o parte de la deuda a la persona que le ha servido de aval.
Para ser aval también se debe cumplir con ciertos requerimientos como: ser mayor de edad, tener ingresos estables, ser solvente, tener propiedades libres de carga, entre otros que pueden variar, de acuerdo a los intereses de la entidad prestamista.
Como ves algunos de estos requisitos son los mismos que se le exigen a la persona interesada en obtener un préstamo o un crédito hipotecario.
¿Cuándo finaliza?
La duración del aval puede ser diferente dependiendo de algunas variables. Por ejemplo, algunos avales finalizan cuando la persona titular de la deuda termina de pagarla, pero también puede ocurrir que el aval pacte con la persona otro tipo de plazos en los que le servirá de garantía.
Tipos de aval
Hay varios tipos de aval dependiendo de la duración, de la naturaleza de la obligación garantizada, y de las facultades del beneficiario del aval frente al avalista, te hablamos sobre las tres clasificaciones en la que se divide esta última:
Simples: cuando el acreedor debe cobrarle primero al deudor y si este no paga acudirá al avalista, para el pago de la deuda.
Solidarias: el acreedor podrá cobrar la deuda al deudor directo o al avalista.
Independientes: el acreedor podrá cobrar al aval y al avalado sin importar quién va primero. Además, si quien hizo el préstamo decide cobrar al aval y el deudor ya ha pagado se tendrán que mostrar pruebas sólidas de esto.
¿En qué casos se retira el avalista?
El avalista también puede retirarse. La persona que hace de aval puede decidir retirarse cuando considera que no se le ha dado suficiente información, o cuando el riesgo de garantía tomado por el aval es muy alto en comparación al riesgo al que se expone el deudor directo por no pagar.
Aunque, también hay condiciones específicas que deben cumplirse para poder retirar el avalista como: la separación de los hipotecados, en caso de impago y si la persona que hace de aval quiere pedir un préstamo.
Separación de los hipotecados
Es común que quienes pidan el préstamo hipotecario sean pareja, por eso en caso de separación será la persona que hace de aval quien lamentablemente tendrá que pagar la deuda si se llegan a presentar problemas en el pago de las cuotas tras la separación.
Por lo que, se permite que la persona que hace de aval deje de serlo antes de que esto ocurra.
En caso de impago
Cuando el deudor deja de pagar, el riesgo directamente lo tendrá el avalista, pues a este se le cobrará la deuda que el avalado no ha pagado, por esto es una de las mayores razones de peso para dejar de avalar a alguien.
Si el avalista quiere pedir un préstamo
Si el avalista desea hacer un préstamo hipotecario a título personal debe dejar de servir de aval, ya que con frecuencia los bancos deniegan el préstamo a quienes tienen una condición de aval.
Hasta que el deudor directo no pague el total de la deuda hipotecaria, el aval también figura con una deuda pendiente sin saldar, por lo que en caso de estudio para hacer un posible préstamo hipotecario no se percibe como alguien que de fiar.
¿Cómo quitar el aval de la hipoteca?
Para retirar el aval de alguien puedes apelar a la novación de hipoteca, subrogación de hipoteca, cambio de avalistas o apelar a la vía legal.
Novación de hipoteca
La novación de hipoteca es cualquier clase de cambio que se haga sobre el contrato de préstamo hipotecario después de que se haya firmado. Se incluyen en las modificaciones, el cambio de aval y otros aspectos como el reajuste de los intereses.
Subrogación de hipoteca
La subrogación de la hipoteca supone un cambio que puede ser de la entidad financiera o del deudor. En el específico uso de esta figura, para retirar el aval lo que puede hacer el deudor es traspasar su deuda a otro banco que sí lo acepte sin aval.
Cambio de avalistas
En préstamos de tan larga duración como estos también puede suceder que con el pasar de los años no tengas la misma relación con la persona que te sirvió de aval en un inicio de la hipoteca. Pero no te preocupes, puedes solicitar el cambio de aval.
Que no será un gran lío para el banco pues la deuda seguirá estando en los mismos términos y tú seguirás contando con la garantía del aval, sólo que será otra persona quien te avale.
Vía legal
Por otra parte, si luego de revisar el contrato crees haber encontrado cláusulas abusivas que te exigían tener un aval, puedes realizar una demanda contra el banco o entidad con la que realizaste la hipoteca del inmueble.
De cualquier manera, ten presente que, sí es posible retirar el aval hipotecario, apelando a la novación de hipoteca, la subrogación de hipoteca, el cambio de avalistas y la vía legal.
Además, como te contamos, es posible también que quien hace de aval desee retirarse cuando se cumplan determinadas condiciones.
¿Tienes asuntos pendientes con la hipoteca? No te preocupes, nuestro equipo ha buscado cuáles son los mejores opciones para sacarte de estos apuros.