Si eres un adulto mayor o tienes una discapacidad y no pudiste cotizar lo suficiente en la Seguridad Social para obtener la pensión contributiva, podrías tener derecho a una pensión no contributiva, ese soporte económico que podría sacarte de una situación de vulnerabilidad por no tener un ingreso estable para cubrir tus necesidades básicas. Quédate leyendo para conocer de qué se trata, qué requisitos debes reunir y cuánto podrías recibir.
¿Qué es una pensión no contributiva?
La pensión no contributiva es una prestación económica que en España es entregada a las personas jubiladas o que se encuentran en situación de invalidez y que no han cotizado el mínimo de años requeridos por la Seguridad Social para recibir una pensión contributiva.
La idea de esta ayuda, que es financiada con el Presupuesto General del Estado, es que estas personas tengan unos ingresos mínimos y asistencia médica y farmacéutica gratuita.
Requisitos para cobrar una pensión no contributiva
Hay diferentes requisitos para acceder a una pensión no contributiva, el principal está relacionado con la carencia de ingresos, o sea que la persona recibe menos de 6.784,54 euros anuales. También debes contar con menos de 15 años de cotizaciones (la cantidad mínima exigida para recibir una pensión contributiva).
Los demás requisitos varían según el tipo, ya que existen dos clasificaciones de esta prestación económica, que te contaremos a continuación:
Jubilación
El primer tipo de pensión no contributiva es la de jubilación, en la que los requisitos adicionales al de la carencia de ingresos son:
- Es requisito que tengas 65 años o más.
- Residir actualmente en España y durante los dos años previos al momento en que solicitas la pensión no contributiva.
- Haber residido en territorio español durante al menos 10 años, desde los 16 años de edad, hasta la fecha en que solicitas esta prestación económica.
Invalidez
Para la pensión no contributiva por incapacidad o invalidez, además de comprobar que no recibes más dinero que la cantidad que te comentamos arriba, necesitas cumplir con los siguientes requisitos:
- Tener entre 18 y 65 años de edad.
- Tener un grado de discapacidad igual o superior al 65 %.
- Es necesario residir en territorio español desde hace al menos cinco años, de los que dos deben ser consecutivos y haber ocurrido inmediatamente antes de que solicites la pensión no contributiva.
¿Dónde y cómo solicitarla?
La gestión de las pensiones no contributivas es una función de los organos competentes de cada comunidad autónoma y de las direcciones provinciales del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) en el caso de las ciudades de Ceuta y Melilla.
Según el Imserso, la solicitud puedes realizarla por medios electrónicos o presencialmente
en sus sedes, o en las de ‘‘cualquier órgano de la Administración General del Estado, de las comunidades autónomas, de la Administración Local y del sector público institucional, en las oficinas de Correos, en las representaciones diplomáticas u oficinas consulares de España y en las oficinas de asistencia en materia de registro’’.
¿De cuánto es la pensión no contributiva?
Para el 2023 se estableció que la cuantía de las pensiones no contributivas (que varía de acuerdo con la renta de cada persona que la solicite, así como de su grupo familiar) sería la siguiente:
- La pensión íntegra es de 484,61 euros mensuales, para un total de 6.784,54 euros anuales que son entregados en 14 pagas.
- La pensión mínima es de 121,15 euros, o sea el 25 % de la pensión íntegra, para un total de 1.696,14 euros al año.
- 726,92 euros cuando se le suma a la pensión íntegra el 50 % adicional para la pensión por incapacidad mayor al 75 %, ya que se requiere del apoyo de un tercero para la vida diaria del pensionista; es decir, 10.176,81 euros al año.
Compatibilidad de la pensión con otros ingresos
Las pensiones no contributivas son compatibles con los ingresos por salario que no sean superiores a los 13.984,54 euros anuales, que es el límite obtenido con la suma de la cuantía de la pensión no contributiva y el indicador público de rentas de efectos múltiples, también conocido como IPREM.
Si superas esa cantidad, se tendrá que rebajar tu pensión no contributiva para no sobrepasar los límites establecidos.
¿Se puede perder una pensión no contributiva?
Este tipo de pensiones pueden perderse por diferentes motivos, que puedes descubrir en esta entrada, los cuales están relacionados con superar los ingresos máximos anuales que te expusimos arriba, lo que indica que ya no tienes carencia de recursos; o, no declarar o notificar sobre el dinero que estás percibiendo.
En síntesis, las pensiones no contributivas son aquellas que reciben las personas adultas mayores o en situación de discapacidad que no cotizaron los 15 años mínimos establecidos por la Seguridad Social para percibir una pensión contributiva; o sea que es una prestación económica que pretende echarle una mano económicamente a esos que no cuentan con unos ingresos mínimos establecidos.
Esta ayuda económica se tramita en los órganos competentes de cada comunidad autónoma o con el Imserso; y, su cuantía depende de tus ingresos (los percibidos como salario son compatibles con esta pensión) y los de tu grupo familiar.
En caso de que quieras saber más sobre esta pensión o los diferentes planes de pensiones que hay en España, ¡contáctanos!